lunes, 12 de junio de 2023

Parcial Tecnología y Nuevos Formatos

 Las redes y vos, y yo, y ellos

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Hace 23 años, llegaba a la radio, ponía papel en la máquina de escribir y redactaba los flashes de noticias que se emitían cada una hora. En noviembre de 1999 nació mi primogénita. Cuando me reintegré a mi trabajo la vieja Olivetti había sido reemplazada por una computadora. Durante media hora traté de descubrir cómo utilizarla y mis primeros pensamientos fueron de desazón, frustración y confusión. Para mí no había nada más confiable que el papel, el tangible y confiable papel.

Veintitrés años más tarde mi alarma suena en mi celular, un teléfono inteligente, a veces más que yo misma; enciendo mi notebook que viaja conmigo a todos lados para trabajar de manera remota; hoy la radio (la misma radio de 1999) tiene dos computadoras en el área de Producción; ya no utiliza discos de vinilo que descansan como en un museo al lado de las computadoras, ahora la música, la tanda y las entrevistas salen todas al aire desde la computadora del operador.

El médico me confirma mi turno mediante un correo electrónico, el mismo turno que saqué por mensaje de whatsapp; elijo con el control remoto qué película quiero ver en las distintas plataformas; mi hijo juega en línea con personas de Puerto Rico; el cura de mi iglesia me escribe un correo electrónico desde Roma, donde fue a ver al Papa.

Tengo amigos que nunca conocí en persona pero con quienes me escribo por Facebook y que conocí en Blogger, escribo desde el sillón de mi casa una gacetilla sobre una actividad en la plaza a la que no fui y envío fotos, que nunca tomé, a los medios de toda la región. Estudio sin moverme de mi casa una licenciatura de manera virtual y dialogo con compañeros que quizás nunca vea. Una publicidad en Instagram me recomienda un par de zapatos N° 36 de oferta ¿Cómo saben cuánto calzo? Otra en Twitter me dice que es el cumpleaños de “Poroto” Lux ¿Cómo saben que soy de River? Una aplicación desde mi celular me dice que mi presión subió y que no caminé lo suficiente.

El mundo se hizo más pequeño ¿O se hizo más grande?

Hay algo de lo que hoy en día no caben dudas: “Internet se ha constituido en una herramienta, en una plataforma, en un espacio insoslayable que continuará creciendo y abarcando cada vez mayores franjas de la población mundial”, La Revolución horizontal, Gonzalo Alonso y Alberto Arébalos. Libros en Red, 2011. Y en esta línea de pensamiento vale preguntarnos cómo nos relacionamos con las redes sociales y las plataformas que utilizamos.

Si bien la mayoría disfrutamos utilizar Facebook y nos produce satisfacción ver los Me Gusta en una foto que subimos y un comentario que escribimos también es cierto que muchos están realmente preocupados por la utilización de su datos personales en las distintas plataformas. La cultura de la conectividad, José Va Dijck. Siglo Veintiuno.

Fue interesante leer los comentarios de la gente cuando el Gobierno Nacional solicitó completar un formulario web para acogerse a los beneficios de los subsidios a los servicios de electricidad o gas. Mucha gente manifestó que no estaba dispuesta a entregar información personal a una página del Gobierno porque no sabían qué iba a hacer el Gobierno con ella. La misma gente que escribía desde una red social a la que pudo acceder por responder con datos personales para abrir su cuenta y que paga mediante Mercado Pago sus compras.

Las redes ofrecen algo que los medios tradicionales anteriormente no podían ofrecer: la posibilidad de no sólo leer, sino de ser leídos. La comunidad virtual transformó a sus usuarios en "editorialistas" compulsivos. Decididamente la actitud de los usuarios para con los medios virtuales, redes sociales y plataformas cambió.